El tiempo ha pasado. Guillaumín de Fresquet ya tiene un hijo, Marvi. Su curiosidad por los humanos lo lleva a aventurarse a los límites del bosque, pero la excursión terminará muy lejos de Fram, su pueblo mágico en las entrañas del bosque. Tan lejos que aparecerá en San Telmo, en plena Buenos Aires, perdido y aterrado. Guillaumín deberá encontrarlo y llevarlo de regreso. Y para esta casi imposible tarea buscará, por supuesto, a los viejos amigos.
Una nueva aventura comienza, en una ciudad donde los monstruos son cosa de todos los días. Hasta que termines el libro, tené cuidado al caminar, que Marvi y Guillaumín andan dando vueltas.